Estamos en ese momento en el que nuestra estrategia para seleccionar empresas y el CV ha realizado su función; nos citan para una entrevista de trabajo.
Hemos oído hablar mucho de lo importante que es causar “una buena impresión”, de los miles de consejos que recibimos para mostrarnos naturales y cómo no, para demostrar a nuestro entrevistador que somos el mejor candidato.
No obstante, continuamos experimentando el sudor frío de manos, la aceleración del pulso y a veces… un tartamudeo, unido a un tono de voz débil que delata nuestro nerviosismo. Se trata de una situación estresante en la que nos vamos a encontrar solos, y toda nuestra carrera profesional, y nuestra vida, van a depender del resultado de esa entrevista.
No hay que sentirse mal, ya que este sentimiento acelerará nuestro estado de estrés, entonces… ¿Qué hacemos?…
Mi consejo: Debemos de adelantarnos a los acontecimientos ya que en una entrevista las preguntas versarán en torno a un 95 % sobre:
- La empresa. Estamos en la era de la información, podemos descubrir, en sencillos pasos, información de la misma en internet y las redes sociales, tales como principales productos o servicios que ofrece, qué tipo de clientes tiene, cual es su propuesta de valor (este apartado es fundamental, a todo el mundo nos agrada que nos conozcan por “algo especial”, al empresariado también), número de empleados y premios (esto es para lucirse)… etc. Además, piensa que has sido tú quien has elegido la empresa, tendrás que tener claro “el por qué”.
- El puesto o puestos de trabajo que quieres ocupar. Aquí opera una máxima: “clasifícate tú antes que lo haga alguien que no te conoce”
¿Has oído hablar de las competencias profesionales? Respuesta: son las capacidades que debes de tener para realizar una determinada profesión u oficio. Por tanto, debes conocer que conocimientos debe de tener una persona que quiera trabajar en ese puesto al que optas.
Por ejemplo: puesto específico de una persona que desee trabajar como Operador de Catering.
Competencias Específicas:
- Conocer las técnicas para el aprovisionamiento, manipulación y conservación de alimentos.
- Conocer los tratamientos previos de alimentos para catering.
- Conocer las técnicas para la elaboración de platos con y sin tratamiento térmico.
- Conocer técnicas de acondicionamiento y transporte de platos elaborados.
El entrevistador sólo desea conocerte, y por supuesto, si eres apto para el puesto, de tal modo que si le demuestras que sabes hacer lo que se espera de ese puesto… tienes mucho camino recorrido… Continúa!!!
- Saber hablar de ti. ¿Parece fácil verdad?… prueba a contar lo que sabes hacer a algún familiar, vecino o conocido que hace tiempo que no ves, en el menor tiempo posible facilitando los mejores detalles de tu trayectoria profesional y además… (aquí viene lo mejor) de manera positiva…. Si, si… ya sabes, evitando esas muletillas tales como “solamente hago”, “no tengo mucha experiencia”, o “no saber ampliar la información de tu CV” (probamente eso me indique que no lo has hecho tú). Hazme caso… conócete, cambia a “estoy capacitado para…” “tengo más experiencia realizando…” “dar más información sobre una formación recibida (con fechas) o trabajo desempeñado similar al que pretendes conseguir (las funciones que realizaste)”.
Hasta este punto nos hemos preparado el contenido de la entrevista… pero… ¿Qué hacemos con el envoltorio?
La primera impresión puede suponer un obstáculo en nuestra entrevista de trabajo, y hacer que antes de comenzar la entrevista propiamente dicha, se nos haya descartado. O bien, puede ocurrir todo lo contrario, que esa primera impresión sea tan buena, que otros aspectos profesionales, a priori más importantes, pasen a un segundo plano y se nos tenga en cuenta.
Hemos de practicar nuestra presentación, pronunciar de forma rotunda nuestro nombre (¿cuántas veces has dicho tu nombre? ¿Pronuncias de manera clara tu nombre y primer apellido?). Este es el momento más importante, pues influirá en esa primera impresión.
La entrevista irá fenomenal y os creceréis (de la misma manera que los nervios se irán desvaneciendo) si:
- Llegamos a tiempo, asegurate de conocer el lugar y procura hacer el recorrido antes y a la misma hora, para calcular el tiempo que te va a costar llegar, y procura llegar con antelación.
- Nuestro aspecto físico (hablará de nosotros y de nuestra personalidad). Deberemos vestirnos de forma adecuada y pulcra para la ocasión. Deberemos caminar erguidos y mostrando seguridad en nuestros pasos, y la forma de dar la mano va a ser el inicio del contacto con nuestro entrevistador. Mostremos en todo momento seguridad y confianza en nosotros mismos. Esperemos a que nos ofrezcan la mano y démosla con firmeza sin apretar demasiado (para el sudor, recurso clínex)
- El trato con el entrevistador, siempre será de usted, a no ser que el mismo le indique lo contrario.
- Algo que me encanta!!!! No olvide el nombre de la persona que te está entrevistando, eso nos dará empatía y cercanía con él o con ella. Queda muy mal que después de que le hayan presentado a una persona le diga: “perdone, como ha dicho que se llamaba…”. Bastará que cuando esté dando la mano, y mientras se le presenta el entrevistador, repita su nombre en voz alta, simplemente diciendo: “Encantado Sr/Sra. (Apellido).”, ó “Es un placer (Nombre).”
- La conexión visual es fundamental para conectar con nuestro interlocutor o interlocutores.
- Intentemos cambiar el tono de voz para no parecer monótono. Mi consejo: Grábate!! Dotemos de una nueva función a nuestro estupendo Smartphone, nos ayudará a ver lo que proyectamos.
- No intentemos ser otra persona, seamos únicos, pero resaltando aquellas facetas que estimamos importantes para el puesto y para la empresa.
“Si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir escalón por escalón, hasta que llegues arriba”
¡¡Suerte!!